Tú que viste un cisne, donde había un patito feo.
Tú que viste el fuego, donde solo había cenizas.
Amiga, confidente, sabia mujer,
todo te lo debo, todo lo que soy y seré.
Tú que luchaste contra todo y contra todos,
tú que cruzaste los océanos para estar junto a mí.
No te detuvieron ni los años, ni los golpes,
ni la vida que te faltaba.
Estuviste ahí y estaré ahí por siempre.
Amiga, confidente, sabia mujer.
Todo te lo debo, todo lo que soy y seré.
Las gracias no alcanzan,
lo que hiciste por mí, por ti lo haré.
Siempre estaré ahí y siempre serás mi amiga.
Amiga, confidente, sabia mujer,
todo te lo debo, todo lo que soy y seré.
Las gracias no alcanzan,
lo que hiciste por mí, por ti lo haré.
Imagen: Claudia Tremblay